en el patio del hogar santa isabel, vigo

lunes, 6 de agosto de 2012

despues del hogar santa isabel

Una vez de vuelta a casa, 
Disfrute unos meses de la compañía de mi hermana y padecí la compañía de mi padre.
Mi novio y yo seguimos un noviazgo por fin ya si, más normal, viéndonos dos o tres veces por semana y el empezó a querer a su niña... el roce es lo que hace el cariño.
Compartí ratos con mis amigas, las de toda la vida.
Me casé
De la familia de paterna de mi hija, me fui ganando el cariño y respeto de muchos, y con otros tuve una relación educadamente amable por el bien de la unidad familiar sabiendo que nunca acercaríamos posturas.
le dimos a ana dos hermanas con las que hacer una piña de tres y les enseñé como había hecho mi madre conmigo que una hermana es la mejor herencia que te pueden dejar unos padres.

hablé poco de peñagrande y nade de vigo porque no había vendas suficientes para mantener a raya la sangre que siempre han desprendido esas heridas.

viví en diferentes ciudades, aunque mis raíces siguen estando en asturias y necesito volver a ellas cada tanto para reponer fuerzas.

mi hermana y yo nos convertimos en las más hermanas, las más complices y las más amigas que una madre pueda desear.

en definitiva... gestioné mi vida lo mejor posible, teniendo en cuanta que si la muerte de mi madre me lanzó a la vida coja, el paso por peñagrande y el hogar santa isabel me quitaron la autoestima. y aun así... salí, salgo adelante cada día... como cualquier otra persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario