en el patio del hogar santa isabel, vigo

domingo, 5 de agosto de 2012

dos caminos, una decisión


Uno sería volver a asturias
otro quedarme en vigo y aceptar irme a vivir a casa de mi jefa. 


En realidad no son dos caminos.

Según me alejo de asturias, me doy cuenta de que lo único que quiero es volver, que ahora más que nunca si mi hermana va a estar con mi padre, voy a volver a intentarlo quiero estar con ella, cuidarla y voy a intentar pasar por alto todos esos desencuentros que tengo día si, día no, con mi padre.

Llego con toda la intención de trabajar el tiempo necesario para que mi jefa encuentre a alguien y mientras tanto preparar el viaje.

Hablo con mi jefa, vuelve a ofrecerme la habitación de los trastos, le explico que no es solo eso.. que está mi hermana que ella para mí es tan importante como ana y que quiero estar con ella.
le cuento que lo último que me pidió mi madre es que cuidase de mi hermana, que lo he intentado varias veces y al final se me hacía demasiado imposible el entorno.. no ella, ni cuidarla a ella porque ella es lo mejor que me dejó mi madre y que ahora me siento capaz de cumplir lo que mi madre me pidió.

le digo que no se preocupe que me voy a quedar los días que haga falta hasta que encuentre a alguien.. finalmente quedamos que como en quince días ella coge vacaciones, cuando ya no trabaje yo me puedo ir.

En esos quince días preparo el viaje
aprendí la lección
me voy a renfe a preguntar como puedo enviar todas mis cajas, me dicen que como y cuando puedo llevarlas y cuanto me va a costar.
también me avisan de que tardaré tres o cuatro días en poder recogerlas en asturias.
así que organizo mi viaje bien.
yo me iré en autobús porque el tren de vigo a asturias tiene un parada de varias horas en león en plena noche.. y con la niña no quiero quedarme tirada en una estación de noche.

Poco a poco embalo mis cosas, feliz, por fin me voy, por fin lo han conseguido no voy a estar hasta que ana cumpla el año.

llevo mis cosas a renfe con el tiempo suficiente en un taxi.
Me siento madura, me siento más mujer... no tiene nada que ver la chica que llegó asustada con 40 de fiebre y un bebé que no paraba de llorar a la madre que se va ahora con la cabeza bien alta.

me despido de todo el mundo
y vuelvo a mi tierra..

Cuando llego a oviedo en la estación de autobuses  en primera fila esta mi hermana
está al lado de mi padre, la veo por la ventanilla irradia felicidad.
Adoro a mi hermana
Bajo y respiro hondo
tengo en un brazo a mi hija, en otro a mi hermana... se puede pedir más?


no
para nada
he vuelto a casa y ahora ana tendrá que compartir besos con su tía.


cogemos la bolsa en la que traigo la ropa que necesitaré hasta que llegue el resto del equipaje y la sillita de ana
cogemos otro autobús para llegar a nuestra ciudad.. ana en mis brazos, mi hermana sentada al lado


si
es verdad
pellizcate si quieres mariajose
pero ya por fin... estas en casa.

Soy consciente de que no va a ser fácil, que la lucha no se ha acabado.. pero tengo a las dos conmigo.



1 comentario:

  1. Pues sí señorita, así estaba yo esperando aquél autobús, en la capital, pasenado andén arriba andén abajo, con mi señor padre que parecía mi abuelo, esperando al autobús que me devolvía a mi hermana. Por fin alguien volvía a mí. A pesar de ser una estación metida como en un sótano, veo un montón de colores, luz.Durante los tres años que estudié en Oviedo ese era el punto de llegada y partida y muchas veces he mirado hacia el lugar al que llegó el autobús de Vigo.Sí, fue un momento muy feliz, mucho. Sabía que no te habías olvidado de mi, aunque no nos dejaran hablar, aunque quisieran hacernos creer que nos habíamos olvidado la una de la otra, pero que además, volvieras a mí, me confirmaba que tu también eres lo mejor que me pudo dejar mamá. Debía de ser una madre fantástica, en sólo cinco años nos enseñó bien a ser HERMANAS. Te quiero mucho.

    Esther.

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