en el patio del hogar santa isabel, vigo

viernes, 3 de agosto de 2012

el abuelo que faltaba

no tengo claro como empecé a hablar otra vez con mi padre.
la verdad es que con mi padre nunca me enfadé de dejar de hablarnos de reñir... simplemente entre una llamada y otra podía pasar un año... o más.

De alguna manera el empezó a llamarme (tuvo que ser así porque el ya no tenía fijo en casa) y creo recordar que las llamadas eran muy esporádicas.

y un día me dijo que el equipo de fútbol de mi pueblo, venía a jugar a vigo, así que me vendría a ver.

Esta las dos horas del partido más o menos con nosotras.

ana como no... le deja su marca  personal al abuelo.... una bonita mancha de vómito en la solapa.
-nena por favor....  algún día tu manía nos va a traer un disgusto eh, yo te aviso esto no puede seguir así, no puedes regalar tu comida a todo el que se atreve a cogerte cariño, que mami la compra para ti. y menos después de habértela comido, chiqui.


Esta visita, aunque en principio pareciese lo contrario me hizo ilusión.
la relación con mi padre desde hace años es una relación rara, pero mi madre me enseñó a quererlo y sobretodo a respetarlo pesase a lo que pesase.


Además, lo estaba consiguiendo, poco a poco, mes a mes, problema a problema, había ido tapando bocas.
Mi hija con seis, siete, ocho meses era un bebé precioso, gordita lo justo, risueña, que hacía sus chorraditas  de bebé como el palma palmitas, que gateaba, que ... que era un bebé bien cuidado vamos. y lo más importante se veía un bebé feliz.

Mi padre y mi tía, la que me envió la ropa a peñagrande y que nos seguimos llamando de vez en cuando, son hermanos, y son de esos hermanos que tienen una relación amor-odio que los lleva a temporadas sin hablarse pero.. sin hablarse por enfado no  por ... "dejar pasar tiempo entre una llamada y otra". (esto va a tener su importancia más tarde)

En este momento no se hablan nada de nada.

Para mí la visita de mi padre tiene su mayor importancia por un motivo muy claro.
Mi hermana.
Hace más de un año que no hablo con ella, tengo pánico que ella piense que la he abandonado, que me he olvidado de ella.. y la adoro, para mí es tan importante como ana, quiero decir, habría hecho exactamente las mismas renuncias por mi hermana que por mi hija. me habría peleado igual con médicos y con quien se me pusiese por delante.. por mi hermana o por hija. 
si no lo había hecho antes era porque solo tenía quince años, pero con casi 20 habría, mi hermana y mi hija eran lo mismo para mí, con otra diferencia, yo tenía la tutela, voz y voto sobre todo lo que le pasase a ana ... y eso con mi hermana... pues no, eso pertenecía a mi padre y no quedaba otra que respetarlo.


En esa visita desde cada orilla del río que nos separa empezamos a construir un puente.. probablemente sea yo quien tenga que colocar mas tramo, pero vamos lanzando puente.





No hay comentarios:

Publicar un comentario