en el patio del hogar santa isabel, vigo

jueves, 2 de agosto de 2012

mariajose tu ... estas loca de atar.

 un día que me siento ahogada en el centro directamente ahogada, decido salir a dar una vuelta con ana, debía de ser finales de mayo o principios de junio.

Una vez en la calle, caminando me veo cerca del trabajo.
Me acuerdo que tengo un montón de ropa para planchar que mañana me va a llevar buena parte de la mañana.. y sin encomendarme ni a dios ni al diablo, como siempre llevo las llaves de la casa encima... subo la silla de ana tres pisos andando por una escalera estrecha y me pongo a planchar
Así.
No había nadie, pero es que en realidad ni lo pensé.

Cuando ya casi he acabado y estoy a punto de irme, llega la madre y el niño
pedazo susto se lleva la mujer
no se enfada
no me riñe
que podía haberlo hecho eh
porque vamos a quien se le ocurre entrar en una casa sin avisar... podría haberla encontrado en alguna situación pelin comprometida... pero es que ni lo pensé, si es verdad que antes de abrir con mi llave, pique a la puerta.

Me agradece el detalle de ir fuera de mis horas de trabajo a planchar
Se queda embobada con mi hija porque no la había visto nunca.
Ella venía dispuesta a arreglar un enchufe de la habitación trastero.
Mientras lo cambia charlamos

Le cuento porque estoy allí, en ese momento es cuando realmente me doy cuenta que entrar así en su casa había sido una temeridad y le cuento algo de mi vida en el centro.

ella es madre soltera, cierto que viene de buena familia, que ya trabajaba en el banco cuando se quedó embarazada y que ya tenía la veintena mas que superada en aquel momento, pero, su hijo tiene cinco o seis años y sabe perfectamente lo que es ser madre soltera, como te trata la sociedad y como tienes que luchar cada situación pese a que ella tiene apoyo familiar.

Mientras esta sentada a lo indio cambiando aquel enchufe mira alrededor y me dice.
-mariajose, si quieres, vente aquí, podemos colocar todos estos trastos, la habitación es pequeña pero para poner una cama para ti y una cuna para la niña hay sitio... si la arreglamos puede quedar mona,  te quedas aquí, sigues trabajando igual, con el mismo horario, sigo pagandote lo mismo y te buscas algo más, yo te ayudo en lo que pueda... piensatelo.

Como siempre
como cada vez que alguien me tiende la mano me parece que es un sacrificio por parte de esa persona que no me lo merezco.

- pronto vendrá mi novio, no se que vamos a hacer pero... tomo nota, si veo que se acerca el momento de irme del centro y no hemos decidido nada... lo volvemos a hablarlo. 


Nos despedimos hasta el día siguiente y yo prometo que si se me ocurre volver a ir fuera de mi horario... avisaré antes.




 

1 comentario:

  1. Debe de ser cosa de familia, yo también rechazo la ayuda porque creo que no debo sobrecargar, que puede ser un esfuerzo para esa persona, que no merezco ser ayudada y que tengo que arreglármelas yo sola. Y cómo me gusta arreglármelas yo sola.

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