en el patio del hogar santa isabel, vigo

miércoles, 25 de julio de 2012

condiciones de vida

Por alguna razón que no acabo de entender las embarazadas casi no salen.
el centro está ... en casa dios a la derecha, bajar a vigo porque aquello era bajar a vigo, hace complicado salir.
Creo que no exagero si digo que el 80% de las madres dan a sus hijos en adopción.
Hay un bar enfrente...lo que en asturias llamaríamos un "chigre" o un "bar de paisanos" en el que somos habituales.
Es norma diaria que después de comer por turnos bajemos a tomar el café y es una costumbre casi "impuesta" por la embarazada-enfermera de 34 años.
Cerca hay también una tienda de lanas donde nos abastecemos para tejer, las madres cosas para nuestros niños, las embarazadas algún jersey o alguna chaqueta para después del embarazo.
Hay algo que a mi directamente me destroza
yo soy la persona más friolera que parió madre.
ya sé que soy del norte pero nunca fui una "chicarrona del norte" yo tengo frío hasta en agosto si me descuido.
En el centro, hay calefacción central... pero solo entre semana.
la calefacción es solo para cuando hay guardería.
Por las noches y sobretodo los fines de semana el frío es atroz, tan atroz que yo cojo la costumbre de meter a ana en mi cama casi desde el principio no tengo claro si para darle calor o para que ella me lo diese a mí, pero si recuerdo tocar sus manitas heladas en la cuna, pensar que tenía tres mantas y no podía ponerle más peso encima con lo chiquita que era y pasármela a mi cama...  para moverme antes me despertaba, podía pasar horas en la misma postura por miedo a aplastarla.

Una chica me regala la silla de su hijo, es la silla que se acopla a mi capazo, a ella se la regalaron ya usada, será la tercera niña que la use, está destrozada pero a mí me da la vida, porque a partir de ese momento podré pasear por los alrededores con ana.

yo desde siempre tengo una costumbre, desde el primer momento que me quedo embarazada hablo con mi hija, y en el coche no va a ser menos... pero es que yo hablo con ella como si tuviese mi edad, hablo le explico, no pongo voz ñoña de hablar con bebe.
Creo que por la calle debía de dar el cante un poco una chica joven empujando un coche con un monologo interminable
- ana ahora vamos a ir a comprar lana para hacerte un jersey, de que color lo quieres? que te parece si lo hacemos azul para que ponértelo con el pantaloncito blanco. luego llamamos a papa y llamamos a la tía. 


Otra costumbre que me extraña es que en el comedor hay una cocina de butano donde las madres hervimos agua y biberones, esa bombona, la pagamos entre las madres que usamos el fuego.
Es un gasto tonto, quiero decir podíamos pagar 50 o 100 pesetas cada dos o tres meses por la bombona... pero es que me parece absurdo que tengamos que pagar hasta eso.
y lo que todavía me parece más absurdo es que pagando nosotras el gas, no sintiésemos libertad para usarla...  jamás se nos ocurrió hacernos un té para nosotras o un puré para nuestros hijos.

la costumbre que no puedo con ella y que en su momento me la saltaré a la torera caiga quien caiga es la de dejar a los bebes arriba mientras comemos.
cuando ana tenia como siete meses  y ya gateaba, un día la deje  en la cuna para ir a cenar.. como era mi costumbre subía ochocientas veces y estaba con "la oreja puesta"
ana lloraba desde el momento que la dejaba sola
no sé como lo hizo porque yo la dejaba en la cuna pero de repente oí el llanto mucho más cerca... subí y me la encontré llorando al borde de la escalera.
Bajé con mi niña al comedor y dije que yo no volvía a dejarla sola arriba a no ser que estuviese dormida.. las monjas se callaron y no me pusieron ninguna pega... creo que me puse muy borde porque estaba muy asustada con la posibilidad de mi pequeña rodando por la escalera.
A partir de ese día ana gateaba o jugaba sentada con algún juguete en el comedor mientras yo comía o cenaba... nunca me permitieron tenerla en brazos mientras comíamos.


Lavamos la ropa a mano, costumbre que no entenderé habiendo lavadoras, pero es que encima hay poco sitio para tender a techo y galicia.. galicia es verde  porque llueve un día si y otro también y cuando no llueve la humedad conserva el verde.
Secar la ropa era una verdadera odisea y ana genera cantidades ingentes de ropa. Lo normal para mí es lavar una media de 15 pañales de gasa al menos 10 picos de tela mas jersecitos pololos patucos y un juego de sabanas diario.
Porque aunque me llamen de todo, la cuna de mi bebé se la cambio tooodos los días.
En algún momento me dicen que no puedo acaparar tanto tendal y me asignan un máximo de cuerda... la solución es sencilla, recoger la ropa bastante húmeda, esperar a que todo el mundo duerma y planchar gasas picos y sabanas para acabar de secarlas.

los comentarios sobre nuestro "pecado" son constantes, 
Cuestionar como cuidamos a nuestros hijos haciéndonos sentir siempre malas madres.
Hacernos sentir muertas de hambre, que si no fuese por ellas estaríamos comiendo del cubo de la basura
Desde que nuestros bebes tiene seis o siete meses, a cada mínima oportunidad nos recuerdan que se nos acaba el tiempo que cuando el bebe cumpla un año nos tenemos que ir.
Pueden parecer mas o menos las mismas situaciones que en peñagrande, las mismas vejaciones o parecidas, sin embargo, para mi fue el infierno.

En una de las revisiones de ana, me acompañó sor josefa, la pediatra me felicita por lo bien cuidada que está la niña, lo hace de corazón, yo siento que es una felicitación amable y sincera, mi niña sigue con vómitos, no tan escandalosos pero nunca deja de vomitar del todo y las diarreas son casi constantes, sin embargo, la piel de su culito está perfecta, me puedo dejar las manos lavando docenas de pañales cada día pero la cuido como mi mayor tesoro porque ES mi mayor tesoro, es MI RAZON DE VIVIR.  
que por fin alguien me de una palmadita en la espalda y me diga.. estás haciéndolo bien, nadie se puede imaginar lo que fue.
en aquella época no trabajaba y la respuesta de sor josefa fue 
- no hace otra cosa en todo el día, solo cuida de su hija, que menos que hacerlo bien.
pero sus palabras suenan a reproche a despecho a .. humillación.
era verdad, sor josefa tenía razón, yo me pasaba horas y horas pegada a la cuna de mi hija y si, era verdad no tenía nada absolutamente nada mejor que hacer que cuidar a mi hija.

Podrían haber venido a ofrecerme cualquier cosa, el mejor viaje, la mejor casa, el mejor trabajo... 
nada nada era comparable con acariciar la cabeza de mi hija, no hay ningún paisaje en el mundo que me atraiga más que mirar a mi ángel dormido.

no hay trabajo duro si al final de la jornada .. está mi pequeña echando los brazos hacia su madre.

no hay sonido que llene más una estancia que la risa de mi chiquitina.

consiguieron hacerme sentir sucia, incompetente, no fiable, inútil, sin opinión, sin autoestima... ellas consiguieron anularme.... quizás no, quizás no consiguen anularme porque todavía lucho por algunas cosas que considero injustas, como dejar a mi bebe solo para que ellas cenen tranquilas, pero si que me sienta anulada.

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