en el patio del hogar santa isabel, vigo

viernes, 20 de julio de 2012

una noche sin ana

suena el teléfono interior y una compañera viene a decirme que se lleva a ana al botiquín.

El botiquín es un lugar "polivalente".
al botiquín van los niños cuando están enfermos y los niños sanos cuando sus madres están enfermas... y yo tengo 40 de fiebre.
me quitan esa noche a ana para que pueda descansar, pero yo no voy a descansar sin ella.
bueno si, la fiebre me va a vencer y una noche sin llantos es todo un lujo... pero duermo intranquila, y una vez más sintiéndome una mala madre.
Además no sé donde narices esta el botiquín y por lógica tampoco sabría llegar hasta mi hija.
Después de varios meses en el centro, para mí sigue siendo un laberinto de pasillos y escaleras.
A las doce alguien me dice como subir y subo a darle el pecho.
Está todo oscuro el botiquín está en penumbra, la enfermera de noche que es una chica joven de la calle, me dice que ana ha tomado un biberón, está durmiendo y que mejor la dejamos dormir.
No no puedo ir a verla porque hay otros niños.
Mañana si estoy mejor podré recogerla.


Algo importante
efectivamente los niños enfermos están muy bien cuidados por una enfermera, auxiliar o lo que sea, muchas madres en su casa habrán deseado tener una persona "experta" cuando su hijo tiene fiebre.
pero en nuestro caso los niños se apartan de nosotros, osea, si el niño está enfermo, no tenemos una mano que nos enseñe, nos ayude y nos relaje, lo que tenemos es una mano que nos aparta y nos anula como madre.
Cuando salgamos a la calle y tengamos que ser madres a tiempo completo... no tendremos ninguna experiencia en poner un termómetro a un bebe, darle un jarabe con lo cuesta arriba que se puede poner en un momento dado o echar gotas en un oído.
Mientras sigamos en el centro... seguiremos siendo invisibles, de una u otra manera.
invisibles, alumnas y profesoras de nuestras compañeras y desde luego siempre apoyo
o invisible y sustituidas.

Puede parecer genial que me quitasen a mi hija para que yo descansase pero la verdad es que cualquier madre en su casa, cuando tiene 40 de fiebre tiene que seguir haciéndose cargo de su hijo... y eso... eso también hay que aprender a hacerlo.

como en todo, peñagrande no nos enseña a convertirnos en madres, o nos tira a la piscina sin preguntar si sabemos nadar o saltan a rescatarnos sin preguntar si necesitamos rescate.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario