el día a día cuidando de ana no es fácil
y no es fácil porque con el cambio de leche se supone que ana ya no tendría que vomitar, pero ana sigue vomitando.. ya no son vómitos en escopeta, son vómitos más normales, pero ana es que no tiene parada.
En los días siguientes a llevármela al centro, a ana todo el mundo le da algún biberón.
Si se lo doy yo... vomita
si se lo da otra chica... no vomita.
sor josefa me dice que la tenga un rato sentadita después de darle el biberón que no la acueste enseguida, por si no le cerrase bien el cardias.
Un día en plena desaparición llorando, me arrepentía de no haberla dado en adopción, yo quiero lo mejor para ella, quiero que sea feliz pero sobretodo que viva... y conmigo así se va a morir de tanto vomitar.
la embarazada-enfermera, me lleva a tomar un café y me relaja.
Me dice que vomita conmigo porque estoy tan ansiosa que yo le paso la ansiedad y por eso vomita, pero que el resto que le dan el biberón están más relajadas
que deje de decir chorradas que nadie iba a atender a mi hija como yo.
Poco a poco ana y yo nos vamos reconciliando, ana seguirá vomitando hasta... uf. la verdad es que ser madre de ana me hizo merecedora de un master de vómitos durante toda su infancia y más, pero nunca volveré a sentir la desaparición de aquel día.
este blog lo abro porque sigo prefiriendo un blog al face o al twitter. despues de escuchar y ver historias de compañeras del "colegio peñagrande" como nosotras lo llamabamos, necesito gritar mi historia y mis vivencias. creo que se esta juzgando con ojos del 2012 historias de la sociedad de los 80 que era completamente diferente. necesito colocar las piezas de mi puzzle. SE AGRADECEN VUESTROS COMENTARIOS. mi mail. majoenpenagrande@gmail.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario