Hay una chica de castilla-leon que lo cambia todo. es una chica callada y solitaria que tiene muy claro que quiere dar a su hijo en adopción o al menos eso me cuenta un día mientras fregamos los platos pocos días antes de dar a luz.
Ella me cuenta sus motivos que vienen siendo los de siempre mas o menos... "mi madre necesita que yo la ayude con mis hermanos... no que le pida ayuda", ese sería el resumen muy resumido de su historia.
Ya damos a luz fuera del colegio, pero las madres que dan a sus bebés en adopción vuelven al centro para recuperarse antes de volver a su casa o saber donde van a ir.
vuelven al hogar de embarazadas.
Un día yo me levanto temprano para hacer mi oficio, y me la encuentro por el pasillo, ella es siempre la más madrugadora... nos damos los buenos días y cruzamos cuatro frases normales sin sustancia... hace algo más de un mes que ha dado a su niño en adopción y todavía está alli.
Al cabo de una o dos horas alguien viene a decir que se ha tirado por las escaleras.. tres pisos... xxxx ya no está.
Las monjas se revolucionan, el juez que viene a levantar el cadaver, habla con alguna de nosotras, si le habiamos notado algo.. no, nadie ha notado nada, nadie se lo esperaba.
El resultado es que a partir de ese momento, además de dar a luz fuera, ninguna madre que dé a su hijo en adopción vuelve a dormir en el centro.
Según les dan el alta pasan por el centro a recoger sus cosas o vienen despues a por ellas. pero esa noche duermen ya fuera ... normalmente con sus padres.
Llega a tal punto esa norma que a una chica que le dan el alta antes de lo esperado, se la traen con el camisón y la bata del hospital, sin vestirse, y dos horas despues, la meten en un avión destino su casa.
y a la vez los rumores de que el centro se cierra... van a más.
Dejan de ser un rumor para convertirse en una realidad.
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