la comida

la comida para mí siempre ha sido un trámite necesario para vivir.
No es que no tenga paladar... que lo tengo, tengo como todos mis alimentos preferidos, esos otros que nos comemos por educación materna en casa ajena y ese puñado de alimentos que ni que me metan presa o me amenacen con la mas vil de las torturas conseguiría si quiera acercarme.
Siempre he sido poca cosa, delgada.. canija.. por la simple razón de que mi estómago debe de ser la mitad de grande que el del resto de las personas.
A mi me gusta la comida sencilla, y mas que sencilla, soy de.... paladar fácil.
Disfruto más un filete con un poco de sal y un vuelta y vuelta que un maravilloso entrecot en salsa de cuatro quesos y al aroma de seis especias.
Para mi la comida es otra cosa
la comida es compartir, es hablar es alimentar el alma a la vez que el cuerpo.


Y hasta llegar al hogar santa isabel, había sido así.
La comida, el acto de comer podía ser una tortura muchas veces en peñagrande pero seguíamos alimentando el alma de forma perfecta compartiendo un rato con tres compañeras más, la compañia muchas veces hacía tragable o intragable.
lo mismo o incluso mejor era en el covandoga porque allí además la comida estaba rica y tenía ese toque de cariño que le da categoría a un alimento de calidad media-baja.


En vigo es otra cosa
en vigo hay un comedor en la primera planta con una mesa inmensa donde comemos monjas a un lado y chicas a otro.
Hay una linea invisible que divide las dos zonas y no solo la divide en "status" también la divide en alimentos.
Es como si a una parte de la mesa le sirviese un restaurante de tres tenedores  y a la otra la tasca de paso del barrio... esa a la que vamos solo "si no queda otra".


Tampoco da para alimentar el alma o sobretodo no da para alimentar el alma porque hay antenas parabólicas dispuestas a meter baza en nuestras conversaciones y además de forma hiriente.


Para mí está además la desazón de dejar a ana sola.
Siempre alguien se queda en la guardería, es el único motivo justificado para que se guarde la comida... faltaría más.

Y la comida ... no es ni siquiera de calidad media-baja, la comida es de calidad baja directamente... en galicia eso es un delito porque todavía y más en el 83, hay montones de gente de aldea que vende sus productos a buen precio y son verduras y embutidos hechos para casa.. sin prisa, huevos de gallinas alimentadas con verduras y cereales caseros y criadas en una libertad casi absoluta... tomates que saben a tomate, manzanas feas pero sabrosas....

También hay alimentos "cedidos" por restaurantes, alimentos como el pan de tres o cuatro días que lo regalan al centro en sacos de 50 o 100 bollos, y que nosotras comemos en los siguientes seis o siete días.
Ese pan tostado la sartén en aceite, se ablanda y hace un bocadillo aceptable.. el problema no es que esté intragable, el problema es la misería que inunda el alma cuando comes pan ... duro pan que si no te comieras tu iría directamente a la basura.
La comida en definitiva por calidad, cantidad y compañía al menos a mí me hace sentir mísera, indigna y ciudadana de segunda no.. de tercera.

En las fiestas de navidad, hay pavo, un pavo que sor carmen va emborrachando dos días antes de matarlo para que esté más bueno
es la noche y el día
Esos días hay invitados, las chicas, monjas e invitados comemos en la salita de las monjas en una mesa con vajilla completa, copas y vino... yo me siento como en aquellas películas de los setenta de "siente un pobre a su mesa".