en el patio del hogar santa isabel, vigo

domingo, 22 de julio de 2012

recibimiento

nos reciben con cara de pocos amigos.
en el centro hay cuatro monjas.
sor josefa que es la superiora y comadrona. trabaja en el hospital provincial.
sor carmen que se ocupa de la cocina
sor lucia que es la responsable de la guardería
y otra sor que no me acuerdo como se llama que ayuda en la guardería, y va más por libre.

también hay una mujer mayor de mas de cincuenta años, es amiga de las monjas, es la típica solterona que dedicó toda su juventud y madurez a cuidar a sus padres, y criar a todos los niños que iban naciendo en la familia... hermanos, sobrinos, sobrinos nietos.. 
es una mujer callada, tranquila, sumisa, solitaria,triste no ha vivido su vida por ayudar a su familia y ahora está sola.
no tiene edad para estar en una residencia de la tercera edad y de algún modo encontró refugio en este centro... sigue haciendo lo que hizo toda su vida... ayudar a criar niños ajenos.

Sor josefa, que ha ido a buscarnos, sobretodo a buscarme a la estación para volverse sola esta realmente enfadada y en cierto modo creo que asustada.
Antes de nada me dice que llame a mi novio que están cansadas de recibir llamadas de el para saber si he llegado y como he llegado.
Creo que llegó a ponerse muy muy borde con la monja que le cogía el teléfono y que profirió algún tipo de amenaza con notificar al patronato su dejadez ante la llegada de una chica enferma. creo que se pasó tres pueblos.

Lo siguiente que hace casi antes de darnos habitación es mirar mi pecho.
No podía creerse que hubiese hecho el viaje en aquellas condiciones. Me venda los pechos me dice que me ponga dos jerseys y que bajo ningún concepto coja frío.
La venda del pecho hace que llenar los pulmones de aire se convierta en una tortura china donde me clavan miles de agujas en el pecho.
Inmediatamente me pone una inyección para cortarme la leche y empieza a darme antibióticos.
A estas alturas el dolor es tan grande que mi resistencia a las inyecciones es nula, mi estado físico es tal que me dejo manejar como una marioneta.

me da unos botes leche de muestra Almirón para que empiece a darle biberón a mi chiquitina.

Meses después me diría que cuando me vio tan delgada, tan echa mierda, pensó que iba a ser la típica chica siempre enferma y que me iba a convertir en un problema.. y me lo dijo porque fui la única que nunca más volví a caer enferma. 

Tras un breve saludo a mis nuevas compañeras y una visita rápida para saber donde está el baño y donde la salita me meten en la cama.
Ni siquiera deshago las maletas, se queda todo amontonado hasta que recupere algo de fuerza.

A mi compañera asturiana que viene conmigo desde peñagrande y a mi nos dan la misma habitación que compartimos con otra madre.
Una habitación con tres camas, tres cunas y tres mesillas.
hay que pasar de lado entre cuna y cama, hay que mover la cuna de ana para abrir el armario, estamos... hacinadas.

Creo que no me duermo.. creo que caigo directamente en coma profundo durante horas.
Mi compañera sabe que tengo un termo listo para usar y biberones, tambien sabe todo lo que llevo en la bolsa de viaje de ana... alguien se ocupa de ella. Creo que incluso la sacan de la habitación para que no me despierte.

me abandono a la fiebre porque no tengo una gota de fuerza más para luchar.
 
 

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